Etiquetas ¿nuevas?


Vuelven los días de entradas nocturnas y de fin de fiestas frente al ordenador; los  «miércoles, ¿o eran jueves?» y los días de intentar ocupar mi tiempo de la forma más productiva posible. Se acabaron las salidas imprevistas en días de guardar y las largas colas descompensadas por cumplir regalos e ilusiones.

Otros comienzos, otras sombras de ojos y perfumes iluminarán mi mirada, pero espero que mi sonrisa siga manteniéndose impune a pesar de las tormentillas que -espero que no- acarreen este año.

Mi no propósito de año nuevo es seguir escribiendo algo decente e intentar rebajar mis comeduras de coco al 10% al menos. Los Reyes han sido excelentemente buenos conmigo y yo, a cambio, les debo aferrarme a la certeza de que la vida, por difícil que parezca a veces, es el regalo más preciado que nos ha tocado disfrutar. Sí, lo sé, ya me callo…

…y no apretéis mucho al peluche nuevo con la etiqueta puesta, a ver si se os va a clavar… Buenas nochecitas 😉