Abrir la nevera y beber a morro de la botella.
Volver a releer la última frase de un libro antes de cerrarlo.
Un beso inesperado.
Un chiste absurdo.
El olor a cruasán recién hecho.
Que me asalte una canción de las de antes.
Cantarla en la ducha.
Que me pregunten por una calle cuando tengo ganas de hablar.
Encontrarme con alguien cuando no tengo ipod.
Cualquier bocado de la tarta de queso de mis sueños.
Tus ojos. Cómo me miran.
Un buen café, con una buena taza y mejor compañía.
Una película en el salón sola en casa con un té.
Un capítulo deseado.
Llorar de alegría.
Pensarte, alegre.
Recordar nostalgias perdidas. Reirme de ellas.
Esperar y hacer mío el beso que llega al final de la hora y media.
Querer, que me quieran.
Crear historias que no escribiré nunca y soñar con que las leas;
que me leas.
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