¡Esto solo puede pasar en Halloween!


¿Eso que suena desde la ventana son aullidos de lobo? ¿Y qué son esos extraños gruñidos y esos estremecedores lamentos que se oyen desde la lejanía? ¿No está siendo esta noche algo más larga de lo normal?

Quién sabe. Halloween está cada vez más cerca, cosas extrañas están empezando a suceder y parece que tienes un regalo esperando en tu puerta.

Ahora, tú y sólo tú podrás decidir qué va a pasar en tu historia. Puedes elegir qué camino tomar en las encrucijadas, pero cuidado… Has de tener en cuenta las consecuencias de tus actos. En halloween, cada esquina puede guardar una sorpresa inesperada.

¿Preparado? Pues abre el regalo que te espera más abajo…

¿A qué esperas? Clica en la calabaza y descubrirás lo que solo puede pasar en Halloween…

Celia nos regala esta mágica historia que tanto me recuerda a las que solía leer hace años, aquellas en las que tu destino depende de lo que elijan tus ojos; esas de primera persona y el nudo en la garganta….

¡Gracias, Celia, por este intrigante relato!

Libros, recuerdos, cuentos o etapas…


Siempre me encantó leer. Desde que tengo atisbo de conciencia, muchos de mis mejores momentos fueron junto a libros maravillosos, penosos, increíblemente increíbles o, simplemente, papeles con grapas.

El factor común: ganas, momentos oportunos y lágrimas/risas/lágrimas y risas por sofocar.

Se me vienen a la cabeza demasiados títulos para hacer una lista, innumerables son las palabras que me hicieron volar y ojalá lo sean también las que me eleven futuramente.

Ayer, mientras pensaba en qué tres libros han podido marcar mi vida, dividir mi trayectoria lectora de alguna forma, me di cuenta de que esos títulos estaban enmarcados en la era pre-Internet, en aquella que ahora nos parece arcaica, en la que nos comunicábamos con cartitas en los recreos o teléfonos con cables.

Pero no creas que me estoy quejando de las nuevas eras, solo me siento afortunada por ser testigo de las sucesivas maravillas de la tecnología y, encima, haber podido disfrutar mi infancia sin ellas.

Y estos tres libros son prueba de ellos.

EL SECRETO DE LA ARBOLEDA

Recuerdo que era verano y el cómo entré con mi madre en una pequeña librería de mi antiguo barrio. Me acuerdo de que, como siempre, me creía mayor. Tendría unos 6 o 7 años, y ese libro (que no fue el primero que leyeron mis ojos) sí que fue el primero que supuso para mí la entrada al entusiasmo por la lectura. Dejaba atrás la edición blanca para adentrarme en el mundo de los cada vez más adultos, el azul-como los príncipes. El de esos niños que ya entran en el cole y van solos a sus casas, a los que ya les daban sus primeras llaves y podían quedarse diez minutos solos si mamá iba a comprar el pan.

«El secreto de la arboleda» ha sido uno de los pocos libros que he releído cientos de veces; aquel verano y algunos sucesivos supuso una constante en la lectura individual, acompañada, en voz alta, a retazos… Y es que conocer a la bruja Rufina, entrar en una casa-árbol dentro de un tronco, hacer migas con los Mundanos Reyes Magos y vivir miles de aventuras no tuvo precio.

Siempre he pensado que los escritores infantiles deberían estar mucho más valorados: marcan miles de pequeñas vidas que se convertirán en grandes problemas andantes… ¿Qué mejor que enseñar valores divertidos y contundentes con inteligentes cuentos?

MATILDA

Roald Dahl marcó mi infancia-juventud. Prácticamente devoré todos sus libros que, mucho más tarde, se convertirían en películas. De hecho, esas fueron mis primeras películas basadas en libros que yo ya había leído y jamás se me olvidarán.

Sus libros son geniales. Yo diría que más que juveniles, son libros infantiles para adultos.

Y Matilda fue el primero y el más especial. Matilda representaba la clase de persona que me gustaría ser algún día: inteligente, devoradora de libros, valiente, con buen corazón y, sobre todo, luchadora.

El mejor regalo de Reyes que me trajeron ese año. Apenas recuerdo que era de noche y la luz encendida revelaba que nos habíamos levantado demasiado temprano para  reír y gritar con nuestros presentes navideños. No recuerdo otros regalos de aquel año, eclipsó todos los demás. Curioso, ¿no?

EL OCHO

Y este comenzó mi madurez lectora. Recuerdo que estaba empezando la ESO, apenas tendría 14 años o así y que, cuando mi padre me lo recomendó, sentí que me recomendaba una nueva etapa de mi vida. Esa en la que aún estoy. Una fase en la que empezamos a formarnos y a pensar en cómo realmente seremos y qué queremos realmente ser. Supuso mi primer libro con más de 300 y pico páginas, el primero de aventuras y de contextos verosímiles y basados en un pasado que yo creía de libros de textos y exámenes aprobados.

Ni que decir tiene que apenas recuerdo la historia , pero lo que sí recuerdo es dónde la disfruté: en horas muertas entre clases de música y batidos de chocolate. Eran aún la época pre-móvil y toques, la de sobresalientes y veranos con vacaciones. Poquísimos años faltaban para que cayera en mis manos Harry Potter o Matilde Asensi, Premios Planetas o libros en versión original.

Seguramente estaré errada y puede que haya un 63,23% de probabilidades de que mis recuerdos se tergiversasen y de que otros libros fueran los responsables de la clase de persona que soy hoy. ¿Acaso importa? Es una bonito cuento porque es el mío, el que el paso del tiempo me ha regalado en forma de recuerdos.

Hasta el próximo recuerdo, libro, cuento o etapa. Quién sabe qué llegará primero…

Ya sabes


No me olvido de que existes, como tampoco me olvidaré de que sigas existiendo.

Tengo mil y una con dos historias que contarte, doscientos con tres pensamientos que ocultarte entre líneas y quinientas cuatro palabras  que susurrarte en su contexto adecuado, pero más vale tarde o, quién sabe, mucho más tarde, que nunca…. ¿Para qué contradecir a este milenario dicho, no?

No es por falta de ganas ni tampoco de musas, ya hasta en algunos juegos de facebook las dan… Es, simplemente, por respeto al enfrentarme a una hoja de word vacía y no saber concretar teclas, no saber componer comas y puntos en su correcto orden sin que me afecte a mi ánimo subversivo y a mi gran cantidad de tiempo inesperado.

Ya sabes a qué me refiero con mis rodeos: no me abandones.

Si hay alguien al otro lado, si de verdad me sientes cuando me pongo como alma loca garabateando pantallas, cuéntame algún cuento tuyo. Cuéntame el tuyo propio, sugiéreme de qué quieres que hablen mis próximas líneas o de qué te gustaría criticarme en el siguiente post.

Ya sabes, el cliente siempre tiene la razón; y más el cliente voluntario.

Ya sabes, que aunque no te vea, me gustas: dicen que te define lo que lees… ¿o me lo acabo de inventar?

Ya sabes que, sea como sea, te desearé buenos sueños doquiera que vayas… y leas o me leas.

Ya sabes, seas quién seas, que mi cuento siempre tendrá un final.

Y puede que feliz.

Supones bien


Intento buscar en mi ánimo extrañamente cansado algunas palabras que supongan algo en esta noche de octubre, en este calor y en esta entrada, pero no las encuentro.

Supongo que será porque se cierran estrenadas perspectivas y se abren pasados futuros; porque resurgen incertidumbres, pienso demasiado o todo lo contrario; o solo que  no quiero ni puedo. Dormir.

Supuse que me leerías sin más remedio, ya que es de curiosos saber por dónde irán los tiros de alguien que le da por escribir un cuento cada vez que teclea. Por eso estoy aquí. Para que supongas.

Supondrás que supongo mal al suponer que supuse que lo leerías, pero no supusiste que yo supondría estas suposiciones, por lo que hay estoy, suponiendo.

Seas o no la mariposa que se quede dentro del tarro, te acompañe o no en su huida fuera de él o simplemente seas tarro o mariposa, no dejes de suponer. Es algo así como pensar querer algo que posiblemente no pase, como la felicidad por obligación o la paz mental constante.

Pero supón, anda, que yo también supongo.

Pilotos: New Girl y Hart of Dixie


Desde que soy consciente de que los pilotos no siempre pueden acabar en numerosas temporadas, siento algo de recelos al disfrutarlos. Es algo así como probar la mejor comida de tu vida y saber que cabe la posibilidad de que no vuelvas a poder comerla de nuevo, que se perderá en nuestro paladar por siempre y no volverás a saborearla jamás. En fin, puede resultar exagerado, pero es la verdad. Y es que siento que pierdo mi tiempo cuando dedico minutos, ilusión e hipótesis a series que luego resultan quedar en la nada. Sin un fin, trascendencia o importancia alguna. Que quedan en el olvido de las series sin audiencia ni gloria.

Y no creas que llevo siendo consciente de esta realidad desde hace mucho.  Siempre que le daba al play  pensaba que en un futuro vería acabar la historia con lágrimas o sonrisas, pero los chascos vinieron de súbito con Huge o 10 Things I hate about you, por poner ejemplos.

Por eso, en este principio de temporada, he decidido arriesgarme solo con dos series nuevas desde el principio, con las otras (de momento) creo que esperaré a que tengan más capítulos y ver si merecen la pena.

New Girl , por recomendación de una lectora del blog (¡gracias, Irene!) y Hart of Dixie, mi estreno preferido de esta temporada desde que la anunciaron.

New Girl

Que una serie a estas alturas nos cuente algo nuevo es complicado. La originalidad, a mi gusto, está sobrevalorada y parece que si no es algo novedoso y extravagante al 100%, no puede funcionar. New Girl no lo es, pero no creo que por ello deje de funcionar. Tiene carisma en el fondo y es divertida, entretiene y, aunque con tópicos, atrae.

Por lo menos  a mí.

Será porque me hace mucha gracia que la prota cante todo el rato (¡sin sentido!) o que me guste el (por favor!!!) posible romance que pueda haber entre ella y uno de los chicos (adivinad quién!).

Apuesto por ella, por la serie y por el piloto.

Ojalá pueda algún día hacer una entrada completa dedicada a Jess y su mundo….

Hart of Dixie

Y, por supuesto, Rachel Bilson, nuestra Summer de OC, que protagoniza este drama (?¿?) que bien podría ser un mélange de mil y una series, pero que, como ya he comentado, lo que importa es el todo de esta historia en particular y esta vale la pena. ¿Su motor de propulsión? La única cosa que nos mueve en el fondo: el amor.

Buen piloto, ella actúa como nadie (¡me encanta esa vocecita que tiene!) y el co-prota promete también….

Para los que os gusta esta chica, más os encantará la serie. Para los que no o no hayáis visto nada de ella, podéis darle una oportunidad porque esta gurú (¿mi abuela? bien, gracias!) de las series pronostica que habrá, como mínimo, una temporada  y que no se atreverán a dejarnos tirados en medio de una bonita historia de superación y preciosos paisajes.

¿Y vuestro piloto favorito? ¿Alguna recomendación?